martes, 17 de julio de 2012

Somos Iesu Comunio

Somos Iesu Comunio. El Sábado, 14 de Julio, nuestra hermana Nuria ha entrado a formar parte de la Comunidad de Hermanas de Iesu Comunio en el monasterio de San Pedro Regalado en La Aguilera. 
Fue un día inolvidable, que quedará grabado en nuestros corazones, con esa huella que deja el Espíritu cuando actúa (Grábame como un sello en tu corazón...). Y es que el Espíritu actuó; y lo hizo con fuerza, como es habitual en El. 
Llegamos las primeras unidades de la comunidad al monasterio sobre las once de la mañana (pedazo de madrugón que se pegaron algunos) y tras esperar un poquito pasamos al locutorio a charlar con las hermanas. Como siempre, fue un regalo del espíritu el poder compartir con ellas un poquito de nuestras experiencias del Señor en nuestra vida.
Sobre la una del mediodía llegó Nuria, y fue una explosión de alegría, tanto para las hermanas como para los que estábamos al otro lado del locutorio. Desde luego se le notaba en la mirada. También fue una alegría para todos el ver como llegaba mas gente de su pueblo. Entre ellos, los hermanos de comunidad (55 con niños y todo), los de Cheste y otros amigos, familia, catequistas y allegados pusimos el locutorio a reventar.
Estuvimos con ellas hasta las 2 menos cuarto y luego nos fuimos a comer a los exteriores del convento (ni que decir tiene que fue algo frugal).
A las 3 y media volvimos al locutorio donde tras llegar mas y mas gente, Nuria nos contó su historia. Es maravilloso ver como el Espíritu Santo se ha ido haciendo el encontradizo en la vida de Nuria, y como la respuesta ha sido la entrega total de su vida al Señor. A este testimonio se sumaron el de algunas de sus ya hermanas de vida consagrada, para ayuda de todos nosotros.
A las 5 fue la Eucaristía oficiada por D. Daniel. Al finalizar la misma tuvo lugar el acto de acogida de la nueva postulante.

Tras la Eucaristía volvimos al locutorio donde nos devolvieron a Nuria ya vestida de Hermana de Iesu Comunio. Todos le dimos la enhorabuena, y nos alegramos con el Señor de que se haya mostrado grande y generoso con Nuria y con todos nosotros. Hablamos y hablamos, cantamos e incluso bailamos todos juntos. 

Finalmente a las 8 y pico, casi las 9 emprendimos viaje de regreso, algunos a Lerma otros a Aranda de Duero, La Rioja o directamente a Valencia.
Desde este momento tenemos a una hermana que reza por nosotros en Iesu Comunio, y además tenemos un motivo para no dejar pasar mucho tiempo sin visitar esta Casa de Bendición.