martes, 26 de junio de 2012

A tiempo y a destiempo

A tiempo y a destiempo; así nos pide el Señor que proclamemos su grandeza a cuantos nos rodean. Y quizá este que voy a contar sea un buen ejemplo de como anunciar al Señor en todo momento, a tiempo y a destiempo. 
El 18 de junio se celebró en Roma el funeral por Chiara Corbella . Quizá su nombre no os suene mucho.  Su historia es impresionante: madre de 3 hijos. Los dos primeros apenas vivieron unos minutos, ya que venían con graves malformaciones, pese a lo cual ella y su marido se empeñaron en la vida y consiguieron llevar a término los embarazos. El tercero vive felizmente, pero durante su gestación surgió un cáncer en el cuerpo de Chiara, cuyo tratamiento era incompatible con la vida del bebé. Santo es aquel que da la vida por su prójimo, y Chiara lo hizo: prefirió que su hijo viviera a ser tratada del cáncer que sufría, lo cual hizo que tras el parto ya fuera demasiado tarde para detener la enfermedad. La enfermedad le arrancó la vida, pero no la sonrisa:
También impresiona el escuchar el testimonio de su marido, ya que cualquiera de nosotros, estaría sumido en un profundo dolor (yo por lo menos, si me hubiera pasado algo parecido), sin embargo sus palabras destilan esperanza y fe.
Aconsejo perder unos minutos siguiendo los enlaces que he puesto en esta entrada y los vídeos que se ven en estos enlaces.
Fran, ve ensayando, que yo quiero un funeral así; aunque a lo mejor tengo que ir ganándomelo buscando, como Chiara, a Dios en la vida cotidiana.
Proclamemos la grandeza del Señor; proclamémosla a tiempo y a destiempo.

Alfredo

miércoles, 6 de junio de 2012

Es Cristo que pasa

Escena en la Plaza de la Iglesia: 9 y media de la tarde. D. Miguel hablando con ... bueno, no diré con quién, pero si diré que es alguien que no sentarías a tu mesa a cenar el sábado por la noche, cuando sales de la Eucaristía; su conversación seguramente no es agradable, lo más fácil es que sólo diga tonterías, y seguro que no huele nada bien, además, si lo sentaras en la mesa de la cafetería al final te tocaría pagar a tí. Y pienso aliviado, es lo malo que tiene ser cura, que no le puedes decir que no a nadie, que tienes que hacer caso a todo el mundo, es más, casi todos se creen con derecho a pararte en cualquier lugar y hablarte de lo que en ese momento les apetezca. Suerte que yo soy ... (yo farmacéutico, pero tú pon lo que quieras, o lo que seas en esta vida) que estoy a salvo de estas situaciones y cuento entre mis interlocutores con gente de otro nivel.

... Y entonces me vienen a la cabeza alguna cita de la Palabra de Dios, como aquella que hace referencia al juicio final ¿Cuando Señor no te atendimos? Mt 25,31-46 o la que habla de a quién escogió el Señor para anunciar su palabra: Mirad hermanos quienes habéis sido llamados 1Cor 1,26ss. 

Y sólo me queda pedir al Señor la humildad necesaria, para parecerme un poco a D. Miguel y no rechazar a Cristo cuando pase por mi lado.

Alfredo

sábado, 2 de junio de 2012

Oh muerte, donde está tu victoria

Puede que te pase como hoy a mí, que veas a un hermano que hace muuuucho tiempo que no aparece por la comunidad y que te dice que va a volver enseguida.
...Y entonces piensas: "...y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados..." (1Co 15)
Y das gracias a Dios, por que no sabes muy bien quien era el muerto; podía ser que el muerto era el que no aparece por la comunidad en muuuucho tiempo, y al verlo resucitado incorruptible, esperes que vas a ser  transformado por obra del Espíritu Santo; pero también puede ser que el hermano que vuelve a la comunidad después de muuuucho tiempo haya sido transformado por obra del Espíritu, y entonces a tí no te queda más que esperar tu propia resurrección.
En todo caso cantamos: la muerte es abosorbida en la victoria, aleluya, aleluya...